Alexandre III bridge

¡HOLA! DESDE PARIS

Mi nombre es Mireilla pero me pueden llamar Ella, soy de Lima Perú, y combino mi amor por la fotografía y los viajes desde hace nueve años. Trabajé como fotógrafa de cruceros, viajé por Sudamérica, viví en Brasil, en Nueva Zelanda, en Bélgica y ahora me encuentro en Paris donde me dedico a ser guía por la ciudad y hacer sesiones de fotos. 

Todo empezó en octubre del 2011, a los 23 años, cuando dejé mi país para irme a trabajar como fotógrafa a bordo del «Costa Favolosa». Mi primer viaje al extranjero, una experiencia que me enseñó bastante, conocí amigos y lugares increíbles, y también descubrí que podía mezclar dos cosas que me gustaban mucho: la fotografía y los viajes.

En este tiempo trabajé haciendo sesiones de fotos en estudio, en exteriores y al interior del crucero, y aunque disfrutaba mi trabajo, luego de tres años, extrañaba el hecho de vivir en “tierra” y quería aprender más de fotografía.

Así que, a fines del 2014, postulé a una visa de estudiante para ir a Milán a estudiar fotografía de moda. Amaba Italia, había sido aceptada en la escuela, hablaba el idioma, tenía los medios suficientes (gracias a mis ahorros del barco), pero aun así la embajada italiana me negó la visa.

Dicen que cuando puerta se cierra se abre otra mejor, y digamos que me pasó algo por el estilo.

Otra de las ciudades que me gustaba era Paris, y me enteré que había buenas opciones de estudio, solo me faltaba el idioma. Así que me puse a estudiar francés, pero en mi camino de buscar estudios en el extranjero, me enteré que había una «Working Holiday Visa» con Nueva Zelanda, para tomar vacaciones y trabajar en el país; postulé y para mi sorpresa me aceptaron. Sin embargo, no quería irme directamente a trabajar de nuevo a un país tan lejano, aún tenía un año para poder utilizar la visa en Nueva Zelanda, y pensé en tomarme unas vacaciones.

Así que el 2015, con mis ahorros del crucero, me fui de mochila, cámara en mano para viajar por Sudamérica y esta vez fotografiar más gente local y paisajes. El plan era viajar por unos tres meses, irme a Nueva Zelanda, trabajar un par de meses y luego irme a estudiar a Francia.

Y cómo saben los planes raramente se cumplen en el orden y tiempo estimado, al menos en mi caso.

El primer mes estuve en continuo movimiento, crucé cuatro fronteras hasta llegar a Brasil. Me di cuenta que prefería viajar más lento, así que me quedé un mes en Sao Paulo y dos meses en Rio. Fue una de las mejores épocas de mi vida, aprendí un poco de portugués, viví con amigos brasileros y de otros lugares, y hasta salí en televisión nacional bailando en el Carnaval de Rio. Brasil me dio tantas cosas… y entre lo más importante me dio un compañero, con quien continuamos viajando por Brasil hasta la Patagonia. En total el viaje duró medio año, y él decidió acompañarme hasta Nueva Zelanda.

El 2016, viajamos a Auckland; Nueva Zelanda, fue tal vez la experiencia más dura y gratificante que haya tenido. No fue fácil al inicio, los ahorros se nos estaban acabando, pero logramos superar todas las adversidades y conseguir buenos trabajos. Vivimos ocho meses en una isla llamada Waiheke, la isla del vino, y antes de irnos hicimos un viaje de 5 semanas en auto por todo el país. En total estuvimos un año en Nueva Zelanda, y yo trabajé fotografiando niños, siendo second -photographer para una fotógrafa de bodas y cómo hostess de turismo en la isla. También tomé fotos de un millón de paisajes, Nueva Zelanda tiene lugares tan inusuales y coloridos.

A mediados del 2017, nos fuimos a Bélgica para conocer a su familia e hicimos los trámites de mi visa para poder residir en Bruselas y trabajar legalmente. Estuvimos en total un año, donde la mayor parte del tiempo trabajé como guía de turismo en Bruselas, Brujas y Gante. Algunos amigos del trabajo se convirtieron en mi nueva familia y hasta ahora sigo en contacto con ellos. Bélgica me hizo interesarme más por la fotografía de calle, y comencé a encontrar mi estilo haciendo más fotos en blanco y negro.

A finales del 2018, sabíamos que teníamos que movernos, Bruselas era sólo un destino de paso, y estábamos a tan solo 3 horas de Paris, el lugar donde quería ir inicialmente, ambos hablábamos el idioma, la compañía de turismo donde trabajaba tenía sede en Paris…todo estaba decidido: nos mudamos a Paris, ya no sería más un sueño sino una realidad.

Así que aquí estoy escribiéndoles desde un pequeño estudio de 25 m2, me siento feliz, vivo en pleno barrio latino, donde vivieron muchos artistas y escritores… esta ciudad me está inspirando tanto, que decidí comenzar con algunos proyectos pendientes que tenía y en enero me lancé con mi propio negocio de fotografía. 

Veremos lo que se viene después.

Gracias por leer, y ¡bienvenidos al blog!

En el 2011, comencé a trabajar como fotógrafa de cruceros. Aquí el barco está en Geiranger, Noruega
Trabajar en el barco me llevó hasta conocer las pirámides, un sueño hecho realidad, Egipto, 2011
El 2015 me fui a recorrer sudamérica, aquí en Uyuni, Bolivia.
Lo que me llevó hasta Rio de Janeiro, Brasil 2015
El 2016, nos fuimos a Auckland, Nueva Zelanda.
Esta vez no estaba sola, vivimos en Waiheke island, la isla del vino, nuestro hogar por 8 meses.
El 2017 nos mudamos a Bélgica, aquí cuando viviamos en el sur en la Wallonie.
Y por fin a finales del 2018: PARIS, la vie en rose, o mejor dicho en noir et blanc.

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